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“No por ser la cabeza uno debe perder el pulso a la actividad”

El norte del director de Scavone Hnos SA, Ubaldo Scavone, ha sido siempre la industria farmacéutica como tradición familiar, según contó en una entrevista brindada al diario La Nación en las oficinas de la planta de Laboratorios Catedral sobre la avenida España y San Martín, de Asunción. Cuenta con una trayectoria de más de 50 años en el rubro y actualmente se encuentra abocado en la culminación de una nueva planta industrial. Habló de lo que significó el esfuerzo de su trabajo en un sector cada vez más creciente y competitivo.

-¿Cómo inicia su trayectoria en el mundo de la industria farmacéutica?

-Yo empecé desde los 18 años y trabajé en el mostrador atendiendo a la clientela, luego en los laboratorios donde ya me involucré en los procesos de las recetas magistrales cuando producíamos en el centro y de ahí empecé la facultad para tomar la profesión de Químico Farmacéutico. Saltando un poco la historia, luego empezamos en la planta actual de Laboratorios Catedral, que empezó en el año 1992 y desde entonces hemos crecido continuamente, y en ese marco hemos decidido trasladarnos a otro predio que en unos 2 años más estaremos concluyendo oficialmente.

-La historia del laboratorio, ¿cómo se inicia?

-El negocio familiar inició con mis tres tíos abuelos, que en 1905 fundan una sociedad y el primer paso de la misma fue la apertura de la Botica y Droguería de la Catedral, en noviembre de ese año. Luego fue sucedido por mi padre y después mi generación en principio por mi hermano mayor Tito que estaba al frente, luego se fue por otro camino y como yo era el segundo al mando, asumí el desafío en el año 92.

-¿Estaba preparado para asumir ese desafío y compromiso?

-Por supuesto. Estaba preparado intelectual, mental y físicamente para tomar el desafío, era el segundo a la cabeza y era capaz en todos los sentidos. Fue un desafío sí, pero lo asumí porque la industria debía crecer y estaba consciente de que es una actividad que exige compromiso y actualización permanente, pudiendo afirmar que es una de las más grandes industrias farmacéuticas con que cuenta el país.

-¿Cómo es el trato suyo con los colaboradores?

-Dentro del plantel de colaboradores, que son alrededor de 500 en total, hay 16 químicos que para mi son mis colegas y tengo un trato directo, franco y sencillo con ellos. Si hace falta hablamos duro y esto considero importante porque no por ser la cabeza uno debe perder el pulso a la actividad. Con los colaboradores técnicos y los de promoción médica de la venta también tengo contacto, pero es de manera diferente, con ellos me considero un colaborador más que un jefe y trato de inculcarles de que lo que hacemos no es una actividad fácil. Cada vez hay más controles de calidad exigentes y desafiantes.

-¿Cuáles son los desafíos actuales o metas que le queda por cumplir?

-Hay que tener en cuenta que nosotros trabajamos para la salud del prójimo, no es una simple comercialización y buscamos siempre mantener un desarrollo constante de los productos, con gente especializada y entre los desafíos que nos propusimos es el lanzamiento de 5 a 6 nuevos productos cada año, con permanentes innovaciones en equipamientos y control. Como ya adelanté también la meta es la conclusión de la nueva planta para seguir cumpliendo a cabalidad con las exigencias del mercado y que queremos que ya no sea solo nacional. Como siguiente paso estamos con el desafío de exportar a al menos 6 países que ya nos encontramos con negociaciones.

-¿Qué es para usted el éxito, se considera un hombre exitoso?

-Yo no soy quien para evaluarme con éxito, lo que sí puedo decirle es que trato de mantenerme vigente y con un buen diálogo con los colegas, pero no puedo juzgar si mi actuación ha sido correcta o no, porque no todo son virtudes, también tenemos defectos.

-¿Cuáles serían esos defectos?

-Creo que uno de ellos es ser demasiado personalista. Querer estar en todo el proceso, y eso a veces retrasa. Soy un poco parco para delegar y si lo hago estoy pendiente en todo otra vez para corroborar que todo salga bien. Creo que eso es un defecto porque hay que tener un poco de confianza también en los colegas.

-¿Qué es para usted un líder y cómo deber ser para llevar al frente una empresa?

-Tiene que ser una persona que esté dispuesto al servicio de los colegas, del gremio, de los que necesitan. En mi caso desde jovencito estuve involucrado en la Unión Industrial Paraguaya peleando siempre, en la asociación de fabricantes, en todos los lugares con actividades gremiales así como en la organización de la Expo, que fue un desafío grande tomado en aquel entonces cuando era solo ganadera.

Fuente: Diario LA NACIÓN